SEBASTÍAN SALAZAR Y SU DEBUT EN CUARTO PODER

Tras la renuncia de siete periodistas del equipo de Cuarto Poder hace poco menos de un mes, se tenía que dar un lavado de cara completo al programa. Se barajaron una infinidad de nombres tanto dentro como fuera del canal de América Televisión para los diferentes puestos que ahora se encontraban disponibles, incluyendo el de conductor tras la ausencia de Mávila Huertas, pero, al final, una decisión muy polémica fue tomada en cuanto a la designación de este último puesto. Decisión que no fue muy del agrado del público en general.

Sebastián Salazar, hijo de Federico Salazar, quien es conductor del noticiero Primera Edición, también propiedad de América Televisión, fue elegido como la nueva imagen principal del programa dominical nocturno. Las críticas hacia esta decisión no se hicieron esperar, ya que, la tan mencionada "vara" podía hacerse más que evidente en este caso.

¿Por qué se le daba un puesto tan importante a alguien con poca o nula experiencia?, ¿Los ejecutivos de América Televisión y el mismo Federico Salazar serían lo suficientemente descarados para tomar esta decisión dejándose llevar solo por el apellido y no por otorgárselo a alguien que en verdad se lo merezca? Para responder estas dudas, lo más sensato era observar su debut este domingo.

Y así fue como se pudo notar la poca preparación y capacidad que tenía el nuevo conductor del programa, haciendo evidente la improvisación por la que el programa está atravesando tras los diferentes cambios hechos en la dirección de este. Tanta fue su evidente inexperiencia, que los comentarios en las redes sociales no se hicieron esperar, la mayoría más en contra que a favor, y el quizás inolvidable recuerdo de 2 cosas que llamaron mucho la atención en tan amargo debut.

Primero, una imagen en la que se le veía a Salazar leyendo lo que tenía que decir en medio de la programación. En la cual, en su defensa, debo opinar que no creo que esta haya sido ni la primera ni la única vez que un conductor necesitara este tipo de apoyo, pero, de todas maneras, no deja de ser un episodio bochornoso.

Segundo, una especie de tributo a una famosísima frase del ex-futbolista Luis "Cuto" Guadalupe, el cual no fue exactamente imitado, pero en donde se notó la intención.

Esto podría tomarse como un claro ejemplo de cómo funcionan los negocios, en su totalidad, en nuestro país. Un país donde vale más tener familiares, amistades y contactos que las capacidades necesarias para alcanzar algo, o al menos en la gran mayoría de sus casos. Un país donde se habla tanto y tan seguido de una meritocracia que en realidad parece no existir.