UNA SEGUNDA VUELTA DE EXPECTATIVAS

El 11 de abril se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales y congresales, primera vuelta que se tuvo que llevar a cabo a pesar de estar en una crisis sanitaria, pero que era alivio para las convulsiones políticas que ha tenido que sobrevivir el país durante los últimos 5 años. Pero, la incertidumbre y la indecisión se han hecho presente tras saberse que Pedro Castillo y Keiko Fujimori son los candidatos de la segunda vuelta.

La primera parte de las elecciones ya nos daba ciertos indicios de lo caótica que podías ser los resultados. Fujimori, Forsyth, De Soto, López Aliaga y Mendoza se ubicaban entre los primeros puestos y eran a quienes todas las cámaras enfocaban. Como suele pasar, la derecha lideraba las encuestas y si bien, la izquierda estaba presente, no parecía ser un enemigo.

Como siempre, los que aparecían al fondo de las encuestas eran ignorados por a gente de Lima, quienes solo tenían ojos para los que las lideraban. Sin saberlo, en el interior del país Castillo fue recolectando los votos de aquellas personas que se sienten inconformes de como el Estado los venía tratando o más bien, como los habían olvidado.

La sorpresa nos llegó con el flash electoral, momento en el que se alzó la figura de Pedro Castillo en el primer lugar y, con una gran diferencia, le seguían Keiko Fujimori, Hernando De Soto y López Aliaga. Fue en ese momento en el que gran parte de la población se dio cuenta que el Perú no solo es Lima.

Ahora, para esta segunda vuelta que se avecina, el país tendrá que elegir entre la representante de derecha que viene postulando desde el 2008 y que causó estragos en el Congreso con su bancada y el candidato de la izquierda radical que, sin intenciones de ocultarlo, habla del marxismo en su plan de gobierno.