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Manifestaciones: Cuando el Perú se Unió de Nuevo

  • Foto del escritor: Tony Malaver
    Tony Malaver
  • 16 nov 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 30 nov 2020

Redactado por Antonio Malaver.


Todo empezó un lunes 9 de noviembre tras la vacancia, por incapacidad moral, de parte del Congreso hacia el ahora expresidente Martín Vizcarra. Este hecho, y el ascenso al poder de Manuel Merino, quien hasta ese entonces era el presidente del Congreso, desembocaron en que centenares de personas se dirigiesen a la Plaza San Martín para hacerle llegar su total rechazo a las decisiones que se habían tomado. Esta vez el pueblo no agacharía la cabeza.


Pero el rechazo no solo se vio en Lima, las redes sociales mostraron su malestar, y en diferentes ciudades como Chiclayo y Arequipa también se presenció a un cierto número de personas que hacían llegar su enojo al concentrarse en diferentes puntos.


De todas maneras, el hecho más recordado de las manifestaciones de esa noche ocurrió en la misma capital. Un joven de 24 años irrumpió en los exteriores del Congreso y le propinó un golpe al congresista Manuel Burga cuando este se encontraba declarando a la prensa. La seguridad del Palacio pudo detenerlo y llevarlo a la comisaría más cercana, pero ya era muy tarde para ponerle un alto al resto de la población, quienes ya se estaban preparando para el día siguiente.

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El día después

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El martes 10 de noviembre, Merino de Lama juramentó como nuevo presidente de la República, y se convocaron manifestaciones en diferentes partes del país desde las 9 de la mañana para mostrar el descontento que se vivía. Lima, Piura, Cuzco, Arequipa, Trujillo y muchos otros departamentos formaron parte de esta movilización, la cual dejó varios enfrentamientos en los diferentes puntos.


En la capital del país, un gran número de personas se movilizaron hacia la Plaza San Martín desde diferentes puntos, la policía procedió a contener el avance usando bombas lacrimógenas, los manifestantes intentaban defenderse con lo que tenían al alcance, terminando en la detención de un aproximado de 16 de estos.


Apoyar como se pueda

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El miércoles 11 de noviembre se registraron cacerolazos y bocinazos en diferentes zonas del país como una manera alternativa de mostrar el descontento hacia lo que ocurría de manera política. En general, no hubo disturbios como los del día anterior, pero esto recién empezaba y algo más grande se preparaba para el día siguiente.


La Primera Marcha Nacional

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El jueves 12 de noviembre a las 5 de la tarde fue convocada una marcha nacional que tenía como punto principal a la Plaza San Martín.


Miles de personas se congregaron en el lugar incluso desde antes de dicha hora. El cantante Richard Cisneros, quien fue uno de los causantes de la destitución de Vizcarra, también estuvo presente en dicho punto de encuentro, pero fue rápidamente desalojado y tuvo que esconderse en un local de KFC para mantenerse a salvo, lugar que abandonó una vez la policía se hizo presente.


En la noche se registraron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, quienes ya no hacían uso únicamente de las lacrimógenas de forma abusiva, sino que ahora también comenzaron a usar perdigones y balas de goma. Incluso se dio vistazo a un agente terna que se encontraba infiltrado entre los manifestantes, y al ser descubierto realizó disparos al aire al ser increpado por un número de personas.


El Perú-Chile que no detuvo al pueblo

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Era viernes 13, fecha que, a pesar de ser considerada por muchos como una de mala suerte, no detuvo las protestas, incluso cuando todos sabían que a las 6 de la noche jugaría la selección peruana de fútbol contra su similar de Chile.


Desde la mañana se registró a un buen número de personas marchando hacia el distrito de La Molina, tenían como objetivo el llegar a la casa de Ántero Flores-Aráoz, presidente del Consejo de Ministros. Asimismo, otro grupo se dirigió a San Borja para manifestarse a las afueras de la casa del ahora presidente Manuel Merino.


Esto terminó en enfrentamientos con la policía, quienes hicieron uso de la fuerza para contener a la gente y hasta se registraron denuncias en las redes sobre el uso desmedido que le dieron a su armamento al empujar y golpear a varias personas. Aún así, el verdadero caos se presenciaría mañana.


La Segunda Marcha Nacional: El día que lo cambió todo

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Sábado 14 de noviembre, una fecha inolvidable para muchos, pero no por las mejores razones.


La Plaza San Martín fue nuevamente el sitio central para este evento. Enfrentamientos, represiones, heridos por bombas lacrimógenas, perdigones, varas e incluso por municiones hasta ese entonces desconocidas que finalmente fueron reconocidas como canicas y perdigones de plomo. El caos era total.


En redes sociales se podían observar videos y fotos sobre el accionar que la policía había tomado contra los manifestantes, le dieron un uso indiscriminado a las armas con las que contaban, tratándolos como si de delincuentes se tratasen y no tuvieron interés alguno en evitar alguna tragedia. Salieron a matar, y eso fue lo que hicieron.


Aproximadamente a las 9 de la noche se confirmó al primer fallecido de las manifestaciones. Jack Brian Pintado Sánchez, quien tenía 22 años, llegó sin vida al hospital Guillermo Almenara. Brian había recibido al menos 11 impactos de perdigones de plomo en diferentes partes de su cuerpo.


Su abogado, tras los resultados de la necropsia informó que se hallaron restos de plomo en todo el cuerpo. Dos en el cráneo, dos en la cara, dos en el cuello, dos en el brazo y dos en el tórax. Brian había sido asesinado por los policías y, lamentablemente, no fue el único.


Jordan Inti Sotelo Camargo, de 24 años, fue la segunda víctima. Aproximadamente a las 11 de la noche fue trasladado al hospital EsSalud de Miguel Grau, donde fue declarado muerto al recibir cuatro impactos de perdigones de plomo, uno de estos siendo disparado directamente a su pecho. Inti intentó ser reanimado por diferentes manifestantes, pero ya era demasiado tarde. La policía había asesinado a otro, 2 víctimas en un solo día.

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Esta masacre no solo dejó 2 víctimas, también se registraron 94 heridos y 42 desaparecidos. Entre los heridos destacaron los casos de un periodista de Televisa que recibió un impacto de perdigón que lo hirió de gravedad, un joven que no volvería a caminar al recibir uno en su columna, otro que viviría con los restos de uno de esos proyectiles en su cabeza debido a las dificultades para extraerlo y una bebé de menos de 6 meses que fue afectada por los gases lacrimógenos.


¿Se obtuvo algo tras esto?

El domingo 15 de noviembre fue un día más calmado, aún así, las protestas continuaron incluso durante la misma madrugada, en donde varios manifestantes salieron a mostrar su indignación por las muertes y un grupo esperó en la avenida Faucett tras los rumores de que Merino de Lama se encontraba de camino al aeropuerto para fugar del país.


Varios de sus ministros renunciaron a sus cargos durante diferentes horas de la madrugada. Mientras que otros se renunciaron con Merino y el resto del gabinete para hablar sobre la situación y las decisiones que tomarían.


El lunes 16 de noviembre, Manuel Merino de Lama renunció a la presidencia del Perú, y tras unas elecciones en el Congreso, Francisco Sagasti juramentó como nuevo presidente de la República durante el martes 17.


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Aún queda mucho por lo que luchar. Nadie ha pagado por los abusos que se cometieron durante estas manifestaciones, e incluso muchos de los involucrados solo se han lavado la mano o escudado entre ellos. Además, debemos estudiar bien a nuestros candidatos para las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias. Que este error no se vuelva a repetir, depende únicamente de todos nosotros. Seamos conscientes.


Redactado por Antonio Malaver.

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